Los hermanos gemelos idénticos comparten el mismo ADN. Sin embargo hay rasgos, como aspectos físicos, psíquicos o la distinta susceptibilidad que presentan ante algunas enfermedades, que los diferencian. Las claves de estas divergencias, hasta ahora desconocidas, se encuentran en las modificaciones que los factores ambientales y el envejecimiento provocan en los genes, según han descubierto investigadores españoles. El trabajo que ha arrojado un poco de luz al misterio de las diferencias entre gemelos idénticos ha sido dirigido por el doctor Manel Esteller, del laboratorio de Epigenética del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y demuestra por primera vez que el ambiente afecta a los genes. Tras analizar a 80 gemelos el estudio concluye que la epigenética, que engloba las modificaciones químicas que se producen en el ADN (metilación) y las modificaciones en las proteínas que se unen al ADN (acetilación), aporta las claves necesarias para interpretar adecuadamente las diferencias y para explicar por qué una misma secuencia de ADN (genotipo) puede originar distintas manifestaciones (fenotipo). Según explica a 'elmundo.es' el doctor Esteller, el objetivo de la investigación, que se ha desarrollado durante dos años, era responder a la pregunta de por qué gemelos que tienen el mismo ADN son diferentes en algunas cosas, lo que indica que hay algo más allá de la genética. "Esto que hay más allá y que ha solucionado el interrogante se llama epigenética", aclara el experto. De los 80 participantes en el estudio, con edades comprendidas entre los tres y los 74 años, los científicos descubrieron que el 35% de las parejas de gemelos mostraba perfiles epigenéticos distintos. Las mayores diferencias se encontraron en los hermanos de más edad, mientras que durante los primeros años de vida los gemelos idénticos son indistinguibles desde el punto de vista de la genética. Otro de los hallazgos más destacados del trabajo, que se publica en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', es que los gemelos que han pasado menos tiempo juntos y han vivido en ambientes distintos son los que presentan las diferencias más significativas. Estos descubrimientos demuestran que el envejecimiento, la dieta, el consumo de tabaco, el estilo de vida, el ejercicio físico y otros factores ambientales influyen sobre el perfil epigenético de las personas. "Por primera vez hemos podido demostrar cómo el ambiente puede cambiar la genética", concluye Manel Esteller.