Cientos de miles de brasileños pertenecientes a más de 50 ONG, sindicales, movimientos políticos y sociales se manifestaron en las principales ciudades del país para evitar la instauración de un gobierno de facto. En Sao Paulo la mandataria Dilma Rousseff afirmó que está en marcha un golpe de Estado contra el pueblo, la democracia. "Si ellos me hacen esto a mí, imagínense lo que le harían a las personas más anónimas de este país. Si se rompe la democracia, se rompe para todos". teleSUR