El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este lunes que no hay desafío que su nación no pueda superar, respecto a la devastación dejada por el terremoto de 7,8 que acabó con la vida de al menos 350 personas. Correa aseguró que el Estado tras la experiencia de este terremoto será aún más riguroso con las normas de construcción. Al mismo tiempo reiteró que existen los albergues aptos para recibir a los damnificados y que cuentan con los recursos para comenzar la reparación de las zonas afectadas. teleSUR.