El próximo 8 de mayo, Carlos Sainz levantará el pie del acelerador por una buena causa. Lejos de tener que preocuparse por exprimir al máximo su coche, el piloto de la Scuderia Toro Rosso tendrá la misión de, por un día, no pasarse de una moderada velocidad. Sainz tomará parte de la carrera
benéfica Wings for Life World Run que se disputa en Valencia y 33 ciudades más de todo el mundo al mismo tiempo, conduciendo el Catcher Car, la particular meta móvil de esta prueba, cuya recaudación se destina íntegramente a la investigación de las lesiones de médula espinal