El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, calificó como "una desgracia y una vergüenza" el uso de gas lacrimógeno y balas de goma contra los refugiados del campamento de Idomene, al norte de la nación helena en un hecho ocurrido el pasado domingo, cuando funcionarios de Macedonia intentaban desalojar a los desplazados. teleSUR