Para algunos es un hervidero de yihadistas; para otros una comuna en la que impera el mestizaje, pero lo cierto es que el barrio belga de Molenbeek se ha convertido en el centro de las miradas y sus políticos trabajan para prevenir que los jóvenes se enrolen en el Estado Islámico. Y lo hacen en connivencia con otros como la eurodiputada de UPyD Maite Pagazaurtundúa, que apuesta por buscar una solución global a una problemática que se ha convertido en el reto del siglo XXI.