Se calientan las cosas para llegar a las presidenciales en EE.UU. Comenzaron las primarias justo en Iowa, y comenzaron calientes.
Aparentemente, los resultados no puedan indicar quién va a ser el próximo presidente, pero si nos pueden aportar muchos puntos para entender qué le está pasando al país más poderoso del mundo. Y es que lo que pasó en Iowa plantea muchas paradojas del comportamiento de los candidatos, del comportamiento del pueblo estadounidense y de las estadísticas.
Primero, mientras todas las encuestas ponían como triunfadores a Donald Trump por el lado de los Republicanos y Hillary Clinton por los demócratas, en la realidad de la exigencia y gusto del ciudadano, no fue así. El multimillonario Trump, perdió.
Fue Ted Cruz quien ganó con el 27,7 %. El polémico magnate quedó en segundo con 24,3 %, y tuvo mucha suerte que le ganó por un punto a Marco Rubio, quien obtuvo 23,1 %. Del lado de los demócratas, Clinton quien aplastaría a Sanders, apenas empató.
Apenas lo superó por unas décimas. Hillary se llevó el 49,9 % y Sanders 49,6 %, o sea, a la Clinton no le sirvió ni el apoyo de su espectacular publicidad, ni la famosa cantante Katy Perry, ni el de su esposo Bill, ni el apoyo multimillonario de donantes. Sanders más austero pero quizá más comprometido, aunque abajo unas décimas, ganó.
La segunda paradoja es que en el Estado quizá más difícil para la apertura migrante, donde el 90 % de la población es blanca a quien le gusta proteger lo suyo, resulta que en estos resultados, los votantes blancos hicieron ganar y apoyaron a 2 hijos de la migración: Cruz del gen cubano, irlandés y Sanders, del ruso, polaco, judío.
La otra, paradoja es quizá la más conocida. Donald Trump es un triunfador, y por ende siempre debe de ganar. Tenga razón o no, su gen dominante, ya denunció que perdió porque hubo fraude.
El primer día, bajó la cabeza y aceptó su derrota, pero ahora revira con un documento con el cual dice, Ted Cruz engaño a los votantes diciéndoles falsamente que otro candidato abdicaría y que era mejor votar por él, por Cruz, agenciándose así, -según Trump-, los votos de los ingenuos.
¿Cómo podría afectar todo esto en la carrera presidencial de EE.UU., aunque estamos en las primarias? ¿Se podría tener algún tipo de predicción de este primer escenario lleno de jugosidades políticas?
¿A Clinton le repitió el destino cuando en el pasado un precandidato de Chicago le arrebataría ahí la victoria, vaticinando que se convertiría en el primer presidente negro de la historia de EE.UU.? ¿Qué le depara al país más poderoso del mundo cuando enfrenta, gran deuda pública, desempleo, problemas en los servicios sociales, impuestos y migración?
En Detrás de la Razón trataremos de desmenuzar este complicado caos. Detrás de la Razón, esta noche con el análisis desde los estudios de Teherán, a las nueve treinta; Londres, cinco de la tarde, México, doce del día; Colombia, una de la tarde; Madrid, siete de la noche.