Hace dos meses que en Porter Ranch, en Los Angeles, sufren escapes que pueden verse en las imagenes grabadas con infrarrojos. A la luz del día no se distingue nada a simple vista, pero los malos olores y la peligrosidad del gas ha obligado a abandonar sus casas a miles de personas.
El espacio aéreo de la zona del cañón de Alison, en el valle de San Fernando, está clausurada hasta marzo y las escuelas han cerrado y han dado por terminado el curso.

Todos los intentos para cortar la fuga han fracaso en Alison Canyon uno de los principales depósitos natrurales de gas de Estados Unidos. No se sabe aún cual ha sido la causa de la fuga. Más de 68.000 toneladas de metano se han vertido a la atmósfera.

La empresa responsable de las instalaciones de extracción, Southern California Gas Company le quita importancia a los síntomas que sufren los vecinos: desmayos, dolores de cabeza. El abogado ambientalista Robert Kennedy, Jr. representa a varios grupos de afectados. Las protestas han aumentad