Tras los atentados del fatídico 13 en París, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, se preocupó en saber cómo se origina, cómo proviene, cómo se forma, cómo se da esa cruenta violencia llamada terrorismo.

Qué pasó antes de los atentados, antes de que se formen los grupos terroristas, antes de que decapiten gente.

De esta forma fue que decidió entonces enviar una carta abierta, pero no precisamente a cualquier público, sino un grupo muy específico: Los Jóvenes del Mundo Occidental.

En la carta el Líder les dice a las nuevas generaciones del planeta que ellos serán los únicos capaces para cambiar la ruta de la violencia que se está apoderando del mundo.

Además, les alerta que para hacerlo tienen que abrir los ojos, reflexionar y no dejarse inducir por las políticas de doble moral que usa el Occidente para querer dominar el mundo.

En la carta, el Líder, expuso las contradicciones en las que ha caído Occidente y la ceguera de que de un lado del mundo, la gente por unos días se esconde atemorizada.

Asimismo, se refugia en sus casas, y con justa razón, tras los atentados en París (capital de Francia), mientras, en contraste y con un terrible infortunio, una familia palestina, ni siquiera puede esconderse en su casa porque no es segura.

Ni siquiera serán unos días, porque llevan años corriendo ante la maquinaria bélica que destruye casas y asesina familias enteras, y lo peor, que como esto es hecho por el régimen de Israel, entonces para el mundo occidental, no es terrorismo.

El Líder de Irán reflexiona también al desprecio que muchos occidentales han queridos hacer hacia lo musulmán.

Explica que entre todas estas grietas del mundo occidental, se han producido los nidos de los terroristas, gente inconforme, llena de odio, y llena de confusión.

Por ello exhorta a los jóvenes a usar el lenguaje de la paz y la comprensión para que en un futuro el mundo sea un lugar seguro.