El escape, inmortalizado por Clint Eastwood en la película "La fuga de Alcatraz", es uno de las más complejos y audaces que se haya intentado nunca. Clarence Anglin, John Anglin y Frank Morris -tres asaltantes de banco- pasaron meses cavando un túnel desde sus celdas de cemento con ayuda de unas cucharas afiladas. La noche del 11 de junio de 1962 dejaron en sus camas cabezas de muñecos hechas con pelo, papel higiénico y jabón y huyeron en cuatro patas de la que era considerada una de las prisiones más seguras del país. Se cree que al llegar a la orilla construyeron una balsa inflable con impermeables e ingresaron a la Bahía de San Francisco entre las 20:00 y las 02:00, según documentos del FBI. A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda, los hombres nunca fueron hallados. Si sobrevivieron y llegaron a la costa o si perecieron al intentar cruzar las aguas continúa siendo un misterio.