Barcelona, 6 oct (EFE).- El hombre del Neolítico le dio al cabello un significado mágico, de eternidad, y ha sido este valor el que ha querido recuperar el peluquero Raffel Pagés. Desde los años 60 ha reunido más de 8.000 objetos de todas las épocas relacionados con la belleza y el culto al cabello. 500 de éstas se exponen en su museo de Barcelona.
Pagés cuenta que su primera pieza fue un secador que su padre iba a tirar de uno de los salones que regentaba. Y a partir de ese primer objeto, empezó a recorrer anticuarios y subastas atrapado por el espíritu mágico y la nostalgia.
Entre sus piezas más destacadas cuenta con un brazalete de los cabellos de María Antonieta que tardó 30 años en conseguir. Y secadores, peines, bigudíes y champús que muestran la evolución histórica de la peluquería, incluso antes de que existieran los salones.
Este peluquero, formado en París con las prestigiosas hermanas Carita, asegura que seguirá rebuscando objetos por todo el mundo pero, sobretodo, dos piezas que se le resisten: una enciclopedia francesa y el primer secador de la historia con forma de embudo que desprendía aire caliente alimentado por fuego.
DECLARACIONES DE RAFFEL PAGÈS E IMÁGENES DEL MUSEO EN BARCELONA. Palabras clave: efe,peluqueria,museo,raffel pages