Sonaron las alarmas en la Casa Blanca porque Rusia comenzó a bombardear a los terroristas en territorio de Siria.

El ataque fue recibido con una lluvia de críticas desde Occidente, EE.UU., el Reino Unido y Francia aseguran que los ataques rusos no van a ninguna parte.

Que sus bombardeos sólo le pegan en un 5 por ciento al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Y que el resto del porcentaje es para los grupos opositores del presidente de Siria, Bashar al-Asad.

Rusia contesta que su principal objetivo son los terroristas. EE.UU. revira que los rusos consideran a todos los enemigos de Al-Asad, terroristas.

Rusia establece que la causa esencial del ataque en Siria es que teme que los terroristas lleguen un día a Moscú, y que es preferible combatirlos fuera, que adentro de casa.

Lo cierto es que los ataque rusos son legítimos, ya que el mismo Gobierno de Siria los legitimó, pues fueron a solicitud, además de que son coordinados con la Inteligencia del Ejército sirio.

En contraste, los ataques que hace EE.UU., también con el argumento de que son contra el terrorismo, son ilegítimos, porque no tienen el permiso ni la solicitud del Gobierno sirio. Las preguntas obligadas, son:

¿Qué hizo que hasta hoy, Rusia jalara del gatillo, después de 4 años de caos en Siria?

¿Por qué a EE.UU. no le gusta que Rusia también bombardee a los terroristas?

¿Qué reacción tendrá EE.UU. en el terreno del fuego?

¿Cómo entender el futuro de la nación siria cuando todo el mundo con sus propios intereses está bombardeando ese territorio?

Dispara EE.UU., Rusia, el Reino Unido, Francia, los terroristas de EIIL, Frente Al-Nusra, otros terroristas menores, el Ejército del Gobierno sirio, los rebeldes, los opositores, fuego de tantos y tan diferentes frentes que da miedo entonces pensar en el viejo refrán popular.

"A río revuelto, ganancia de pescadores". Lo que se traduciría en lo peor para el