La proximidad del invierno ha disparado el número de llegadas, en su mayoría de ciudadanos sirios.

Es el caso de esta barcaza que ha logrado llegar a las costas de la isla griega de Lesbos donde, el pasado miércoles, dos personas perdían la vida al naufragar la embarcación en la que viajaban.

“Cuando nos montamos en el bote y vi las enormes olas, quería dar marcha atrás. Pero ¿a dónde volvemos? Nos hemos visto obligados a huir. He tenido miedo por mis hijos, porque si les llega a pasar algo yo sería responsable”, relata este padre sirio.

En Croacia, miles de personas prosiguen su éxodo hacia Europa occidental. Según las autoridades de ese país, desde que Hungría selló su frontera con Serbia el pasado 15 de septiembre, unas 100.000 personas han entrado en Croacia. De allí, la mayoría continúa su viaje a Hungría, donde las autoridades están levantando vallas para cerrar próximamente la frontera.