En su segunda jornada como ‘El Jefe Infiltrado’, el fundador y propietario de la cadena de franquicias ‘Copas Rotas’ comprueba cómo trabaja Loli, la cocinera rebelde de uno de los locales de Santiago de Compostela. Mano a mano, el jefe es testigo de cómo funciona la cocina y descubre que en ella hay cámaras. Una práctica poco habitual en su franquicia con la que deduce que es para controlar el mal comportamiento de la cocinera.