Arabia Saudí ha incrementado la presencia policial para garantizar la seguridad de los millones de musulmanes que, vestidos de blanco, han aguantado el calor para rezar en el Monte Arafat, situado a 15 kilómetros de la Meca y dónde supuestamente Mahoma pronunció el último sermón de su vida.
“El mundo está pasando por un momento bastante complicado. Este es un día de paz y estamos todos aquí para lo mismo, para rezarle a Dios y afortunadamente es algo que todo el mundo está dispuesto a hacer”, decía un peregrino.
“La unidad de todos los musulmanes. Te pido clemencia, Alá, y paz para todos en Siria”, añadía otra.
El jueves tendrá lugar la fiesta mayor del sacrificio, conocida como Eid Al Adha. Unos 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo se unirán a esta celebración.