El frío ha empezado a apoderarse de Austria y Alemania, donde los políticos están preocupados por que la calurosa bienvenida a los refugiados pueda cambiar.
Unas 600 personas, la mayoría huyendo de los conflictos en Oriente Medio, llegaron esta mañana a la estación de trenes Westbahnhof de Viena. Austria sigue dejando pasar a estos refugiados, procedentes de Hungría, y cuyo destino es Alemania.
Cientos de migrantes y refugiados han llegado hoy a la estación de tren de Múnich.
Desde el viernes, cuando Viena y Berlín abrieron sus puertas a los miles de aspirantes a asilo que llevaban días bloqueados en Hungría, han llegado a estos países 23.000 personas.
“El tema nos produce dolores de cabeza. Hoy por hoy, podemos constatar y alegrarnos de la gran voluntad de la población alemana de ayudar, de que nunca ha habido tantos voluntarios como ahora que se alegran de la llegada de refugiados, pero también tenemos la preocupación de si va a durar si las cifras son como en este momento”