Imaginad un mundo en el que vais por la calle y nadie pasea ni hace preguntas a nadie debido a que un videojuego (o lo que sea) permite que lo puedan hacer sin salir de su casa y la sociedad se va completamente a la mierda. Esta es la distopía que nos propone Yu Suzuki que cansado de hacer motos, decidió brindarnos el drama vivido por un joven que ve como fostian a su padre y después tiene que vengar su muerte pero resulta que se entretiene haciendo tonterías por la calle.