Todos los índices, incluido el Dax de Frankfurt, han iniciado la jornada con subidas superiores al 2 por ciento.
Un buen dato de pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos y la sugerencia de la FED de que podría aplazar la subida de tipos debido a la debacle en las bolsas, llevó al Dow Jones a subir un 4 %, su mejor sesión en cuatro años.
La alegria compradora también llegó a las bolsas asiáticas, con Shanghai a la cabeza, cuyo índice el Hang Seng, se anotó un 3%. Aún así los inversores no se fían:
“El mercado de valores chino está aún muy débil. No invertiré hasta que se estabilice. Sólo cuando el Indice Composite de Shanghai se fortalezca puede uno invertir. La subida de hoy no es suficiente. Solo los grandes inversores pueden aprovecharse de los márgenes bursátiles.”
Para calmar a los mercados, las autoridades chinas volvieron ayer a inyectar capital en el sistema financiero por valor de 140.000 millones de yuanes ,el equivalente a 18.950 millones de euros.
Una forma de