Al menos 321 refugiados sirios que esperan poder salir de la isla griega de Kos, en el mar Egeo, han sido alojados hoy en un buque fletado por el Gobierno para ayudar a las autoridades locales, desbordadas por la creciente llegada de indocumentados.
El embarque se produjo en las primeras horas del domingo entre grandes medidas de seguridad debido a las tensiones que ha ocasionado que solo se permita la entrada a refugiados de Siria.
“Estoy esperando pero no me ayudan”, explicaba un inmigrante iraquí. “Solo ayudan a los sirios. Porque, te digo, no saben lo que pasa en Irak, Pakistán o Irán. Si le digo que soy iraquí me dicen que me vaya”.
Las ONG que asisten a los inmigrantes tampoco dan abasto.
“Pedimos a las autoridades que nos ayuden, estamos solos. Estamos solos en este lugar y es imposible trabajar, y es imposible tener a gente aquí por 20 días y darles asistencia. Estamos llegando a un punto en que no podemos, no podemos ayudarles porque es demasiado”, explicaba la responsable