Han participado en una manifestación ante la embajada nipona, un lugar al que acuden cada miércoles desde hace dos décadas. Pero, en esta ocasión, la conmemoración del 70 aniversario de la contienda, y del final de la colonización de Corea, ha marcado el encuentro.

“Si Japón fuese una persona sorda, diríamos que ahora puede oír, si Japón fuera alguien ciego, ahora podría ver, porque han escuchado nuestras peticiones suficientes veces. Ahora deben disculparse y compensarnos”, explica Lee young Soo, antigua esclava sexual.

Junto a la estatua de bronce que representa a las 200.000 mujeres que sufrieron el calvario de ser explotadas por el Ejército japonés, 47 supervivientes han compartido la reivindicación con jóvenes como Park Eun-Hye: “Nosotros, la nueva generación, no olvidaremos y tomamos el relevo para resolver este problema hasta el final. No solo voy a participar en las manifestaciones semanales contra Japón, sino que también me esforzaré, incluso cuando todas las mujeres que f