Casi un centenar de muertos y alrededor de un millón de afectados, es el balance de las inundaciones que padece Birmania, tras las intensas lluvias monzónicas caídas desde julio.
El paso del ciclón Komen hace una semana, no ha hecho más que empeorar la situación. Las autoridades ya han ordenado evacuar las zonas bajas ante el riesgo de una nueva crecida.
“No tenemos barca, así que no podemos movernos de aquí. Pero lo peor de todo es que no disponemos de water. Agua potable no nos falta porque un hombre se acerca a traérnosla”, explica una familia de afectados desde su vivienda anegada.
El Gobierno birmano, que se enfrenta a las urnas en noviembre, ha reconocido fallos en su respuesta a las inundaciones y pidió esta semana ayuda internacional para asistir a los damnificados
Las agencias humanitarias ya han repartido cerca de 400 toneladas de comida, agua potable, ropa y material sanitario.
Pero faltan más refugios temporales, ya que tal y como ha alertado la ONU, el número de