La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos causó un derrame de casi 4 mil millones de litros de residuos tóxicos en un afluente del río Colorado, que cambió el color del agua a un tono naranja. El arroyo va desde Silvertone, Colorado, hasta el río Animas antes de desembocar en el río San Juan, en Nuevo México, afluente del río Colorado en Utah. Las autoridades aseguran que el derrame no representa una amenaza para el agua potable; sin embargo, la vida silvestre está en peligro debido a que la acidez del río aumentó 100 veces. teleUSR