No será ajusticiado pero pasará su vida en la cárcel.
Así lo ha decidido el jurado popular que ha sentenciado a cadena perpetua a James Holmes, el autor de la masacre en el cine de Aurora en 2012 que acabó con la vida de doce personas e hirió a otras 70.
Las nueve mujeres y los tres hombres que formaban el jurado ya habían descartado pedir su ingreso en un centro psiquiátrico y han decidido no condenarlo a la pena capital.
“Nuestras vidas han cambiado para siempre y nos es difícil aceptar que este monstruo recibirá visitas de sus padres y cartas con fotos de sus extrañas novias”, decía la abuela de una de las víctimas.
“Nuestros seres queridos nos han dejado y nunca podremos volverlos a abrazar. Nunca volveré a decir: ‘te quiero AJ’ mientras le abrazo. Echo de menos eso y el tiempo que pasamos juntos”, añadía el tío de otro de los fallecidos.
Hace tres años Holmes entró en un cine de Aurora, en Colorado, cuando se estaba proyectando una película de Batman. Tras lanzar gas lac