Madrid, 25 jul (EFE).- Una orografía abrupta, las lluvias y la escasez de medios aéreos dificultan la asistencia humanitaria a las zonas montañosas de Nepal, las más afectadas por los terremotos ocurridos entre abril y mayo, con lo que aumenta el riesgo de enfermedades, malnutrición y tráfico de menores, según Unicef.
Al cumplirse hoy tres meses del terremoto principal (7,8 grados en la escala de Richter), la coordinadora del Programa de Protección de la Infancia de Unicef en ese país, la española Virginia Pérez, cuenta a Efe que, más o menos, se ha estabilizado la respuesta humanitaria en las poblaciones con mejores accesos, las que tienen mejor cobertura de cobijo, agua potable y distribución de alimentos.
Es la época de la plantación del arroz y las comunidades retornan paulatinamente a la "normalidad", comenta en conversación desde Nepal, donde lleva ya dos años. "El problema -prosigue- es que hay muchas poblaciones a las que no se puede llegar y las lluvias monzónicas lo están poniendo muy difícil. Hay derrumbamientos diarios de tierra y las carreteras quedan cortadas".
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