Las ventas minoristas en el Reino Unido caen por sorpresa en junio y limitan el crecimiento anual al cuatro por ciento, el nivel más bajo desde septiembre de 2014. Contra lo preveían los analistas, que esperaban que este se situara cerca del cinco por ciento, el consumo privado retrocedió el mes pasado en una tendencia que se une a otros datos mediocres de la economía británica en las últimas semanas.
Exactamente, las ventas minoristas cayeron en junio dos décimas, según la Oficina Nacional de Estadística. En el conjunto del segundo trimestre, la progresión fue de siete décimas. También por debajo de las nueve décimas del primer trimestre.