44 muertos y cerca de medio centenar de heridos. Son los números de un nuevo episodio sangriento en Nigeria, donde este domingo tuvieron lugar dos explosiones en un restaurante y en una mezquita en la ciudad de Jos, en el centro del país.

En este último, el ataque buscaba acabar con la vida del clérigo local Sani Yahayal mientras se dirigía a la multitud. Yahayal, que predica la coexistencia pacífica de todas las religiones, logró salvarse.

Además de los estallidos horas antes se produjo un atentado suicida en una iglesia al noroeste del país, que provocó seis muertos.

Pese a que ningún grupo se atribuyó la autoría de los hechos, las sospechas apuntan a la organización terrorista Boko Haram, que en la última semana protagonizó una serie de atentados en los que fallecieron más de 200 personas.