La joven se ha convertido en la primera bailarina principal de raza negra en los 75 años de vida de la mayor compañía de ballet estadounidense.

Copeland, de 32 años, entró en el ABT en 2001 y, actualmente, era solista del mismo.

Para ella, este paso a bailarina principal es un sueño hecho realidad que supone, al mismo tiempo, una gran responsabilidad:

“Mi sueño siempre ha sido esta compañía, desde que tenía 13 años y ser bailarina principal es alcanzar mi meta. Ahora siento que puedo respirar. David Hallberg, el bailarín principal, me dijo esta mañana que el trabajo duro empieza ahora. Me encantan los retos y no creo que estuviera en este campo si no me gustara el trabajo duro”.

La compañía de danza anunció su ascenso seis días después de que Copeland debutara como protagonista en “El lago de los cisnes”.

La progresión de Copelaland ha sido imparable, ya que comenzó a bailar a los trece años, una edad relativamente tardía para una bailarina.



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