La localidad de Fontaines-sur-Saoine, cercana a Lyon, guardó un minuto de silencio por el asesinato de Herve Cornara el pasado viernes. Su presunto asesino, Yassine Salhi, que llevó a cabo un ataque contra un almacén de productos químicos en Saint Quentin-Fallavier que asimismo se saldó con dos heridos, está siendo interrogado por la policía francesa.

El sospechoso de decapitar a Cornara, empresario de 54 años, habría enviado un_selfie_con su cabeza a un número de teléfono canadiense a través de la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp. Fuentes cercanas al caso indicaron que no pudieron encontrar un motivo o una posible conexión con el extranjero.

Salhi presuntamente estrelló un camión contra un depósito químico, propiedad de una empresa estadounidense, y colgó la cabeza de su jefe en una verja del recinto con inscripciones en árabe.

Padre de tres hijos, Salhi fue objeto de un seguimiento especial entre 2006 y 2008 por su cercanía a movimientos radicales islámicos. Su muj