La canícula ahoga a Pakistán. Más de mil personas han muerto en los últimos cinco días por temperaturas que han alcanzado los 45 grados durante el fin de semana. Medios locales informan de que los hospitales han tenido que atender a más de 40.000 ciudadanos.
La ola de calor, la peor en 35 años, está afectando al sur del país, donde está la capital económica en la que la población alcanza los veinte millones.
“Comparado con los días previos, en los que era difícil respirar, el tiempo en Karachi es mejor. La temperatura es baja, el viento está soplando y hay nubes en el cielo. Con suerte, la lluvia también llegara”, explica un residente.
Las abrasadoras temperaturas coinciden además con el mes sagrado del Ramadán, en el que no está permitido comer ni beber entre el alba y el ocaso. Por ese motivo algunas tiendas no están vendiendo agua ni hielo.
Las autoridades se han visto obligadas a desplegar al Ejército, que ha establecido 29 centros en Karachi para atender a los afectados