El Ejército israelí y los grupos armados palestinos cometieron abusos en Gaza que podrían ser considerados como crímenes de guerra.

Es lo que se desprende del último informe publicado por la comisión de investigación de las Naciones Unidas sobre el conflicto del verano pasado en la Franja.

“Los ataques provocaron la muerte simultánea de muchos de los miembros de varias familias. Sus casas fueron bombardeadas en medio de la noche o durante la cena de ramadán. Estos ataques tuvieron un impacto especial en los niños. Unos 550 menores fallecieron el pasado verano en Gaza durante los combates”, declaraba la presidenta de la comisión, Mary McCowan Davis.

La comisión denuncia el uso por parte del Ejército israelí de armamento pesado en zonas densamente pobladas y el lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de los grupos armados de la Franja.

La operación militar “Margen Protector”, duró 51 días y acabó con la vida de 2.251 palestinos y 73 israelíes.