Jerusalén, 17 jun (EFE), (Imagen: Alix Rubio).- La mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado del islam, está preparada para albergar a miles de fieles con motivo del mes de Ramadán, en que los musulmanes practican el ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol.
El mes sagrado musulmán, que conmemora la revelación del Corán al profeta Mahoma, comienza mañana jueves y concluirá el viernes 17 de julio, un periodo de tiempo no sólo de ayunos y rezos sino también de celebración en el que muchos fieles aprovechan para visitar los santuarios de Jerusalén.
La Explanada de las Mezquitas, situada en la antigua ciudadela de Jerusalén, incluye la de Al Aqsa, coronada por una cúpula de color negro y tercera en la jerarquía islámica, y la de la Cúpula de la Roca, noble santuario, con su imponente domo dorado y lugar donde según la tradición musulmana Mahoma ascendió a los cielos a lomos de su caballo Al Buraq.
Emplazadas sobre un promontorio, estas mezquitas se encuentran en territorio ocupado por Israel en 1967 y son parte fundamental de la vida palestina en la urbe, cuya parte este reclaman como capital.
El director del ministerio palestino de Fundaciones, jeque Azam al Jatib, dijo esta semana que se habían concluido los preparativos en Al Aqsa para recibir a los fieles durante Ramadán.
Las autoridades de las mezquitas darán comidas gratuitas a los fieles durante el "suhur" (de madrugada y antes del ayuno) y el "iftar", que lo rompe, donadas por organizaciones palestinas.
También se han levantado tiendas para dar sombra a los devotos que contarán con un programa especial de culto dentro del complejo, donde habrá ocho centros de asistencia sanitaria para emergencias médicas.
En declaraciones a la agencia palestina Maan, Al Jatib aseguró que todo palestino musulmán tiene derecho a rezar en el santuario y criticó las restricciones que impone Israel.
"Todo el pueblo de Palestina tiene el derecho de acceder a la ciudad y rezar en la mezquita de Al Aqsa con total libertad", dijo.
Los palestinos en Cisjordania ocupada y Gaza están sujetos a un régimen de permisos otorgados por Israel que limita en la práctica su libertad de movimiento y de culto.
Durante Ramadán, sin embargo, las autoridades israelíes suelen aliviar esas restricciones a fin de permitir que los fieles puedan rezar en el santuario y conmemorar el final del mes de ayuno.
En paralelo a los preparativos religiosos, las Fuerzas de Seguridad israelíes se refuerzan para mantener el orden en la ciudad santa y garantizar que los feligreses puedan acudir a los santuarios.
"Seguimos las medidas de seguridad habituales, si bien pondremos especial énfasis en los viernes de oración, en particular el primero de Ramadán", explicó a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.
Se prevé que entre 10.000 y 15.000 devotos acudan a las mezquitas este viernes para participar en los principales rezos del comienzo del mes, según estimaciones de