El sur de Suiza experimenta un auge en el negocio del sexo. Según las estimaciones, la mayoría de clientes procede de Italia y muchas prostitutas son oriundas del este de Europa. La apertura de las fronteras y el estatus legal de la prostitución en Suiza conllevan a que las autoridades helvéticas empleen nuevos métodos para intervenir en el negocio.