Turquía creció un 2,3 por ciento en el primer trimestre, más de lo previsto, lo que ha supuesto un repunte de la bolsa y la lira. Tras el desenlace incierto de las elecciones legislativas del domingo, tanto el mercado de las acciones como la moneda nacional sufrieron a principios de semana una importante caída. El crecimiento a ritmo anual entre enero y marzo fue superior a lo esperado por un aumento del consumo que se hace a costa, sin embargo, de una bajada también del ahorro doméstico.
Otro elemento no tan positivo es que, respecto al trimestre precedente, el avance se ralentizó al 2,6 por ciento. El Gobierno se fija una progresión este año del cuatro por ciento y, estas cifras, le alejan del objetivo.
La incertidumbre sobre la situación política podría, además, minar más las expectativas. El partido del presidente Erdogan ha perdido la mayoría absoluta y podría verse obligado a volver a convocar elecciones.
De momento, el principal indicador de la bolsa de Estambul recuperaba