Los acontecimientos en oriente medio viven otra escalada de tensión, en este caso, en el ámbito que corresponde a Israel y el mundo palestino. Vimos durante meses los esfuerzos dirigidos fundamentalmente por la democracia norteamericana para lograr un entendimiento entre los gobiernos de Ramala y Jerusalén y poder, de nuevo, reanimar el proceso de paz. Eso ha sido imposible, y, de hecho ya lo sabíamos. De hecho el propio presidente Obama nunca confió demasiado en los resultados de este proceso.