Córdoba, 2 junio 2015 (CERES TV / EFE)

Para Andrés Gómez todo comenzó con un teléfono que suena en mitad de la noche de un Lunes Santo. Las palabras que hoy recuerda son "tenemos un corazón para usted", que probablemente le causaran taquicardia en el momento en el que las asumió.

Aunque en realidad, todo había comenzado antes, a las 16.30 horas de aquella tarde en una provincia andaluza, cuando la generosidad de una familia, que acababa de perder a un ser querido por muerte encefálica, activaba el protocolo de trasplantes, y así, llamada a llamada, le cambiaba la vida a Andrés.

Andrés Gómez había sufrido un infarto hacía un año y medio y, a pesar del buen tratamiento, su corazón estaba muy delicado, de ahí que, por su edad relativamente joven, se decidiera incluirlo en un protocolo de trasplante cardíaco.

El paciente cumplía con buenos requisitos, sobre todo su grupo sanguíneo, muy común en Andalucía, lo que hizo que finalmente en noviembre del año pasado entrara en la lista de espera para un corazón, explica a Efe el cardiólogo Francisco Carrasco.

El lunes 30 de marzo, Andrés entró en plena noche en un quirófano del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba un poco asustado, aunque la impresión le duró lo que tardaron en hacerle efecto los fármacos que el anestesista le suministró, y que lo sumieron en un sueño del que despertó horas después al compás de un corazón nuevo.

Mientras Andrés estaba siendo preparado para una operación de varias horas, su nuevo corazón viajaba por Andalucía en un taxi, dentro de una nevera con hielo, mientras el cirujano Javier Moya y su equipo se preparaban para una operación que va contra las leyes de la naturaleza.

"Hay que comprender que lo que nosotros hacemos es una cosa totalmente 'antinatura', coger un corazón, sacarlo de un cadáver y traerlo en hielo, e intentar que eche a andar", indicaba el cirujano minutos antes de empezar a operar.

La cirugía consiste en instaurar la circulación extracorpórea mediante un mecanis