Las autoridades de Malasia han hallado 139 cadáveres, en tumbas individuales, en 28 campos clandestinos para inmigrantes.
Medio centenar de personas han sido detenidas en relación con el tráfico de personas. Entre los arrestados hay al menos dos policías directamente implicados. Las víctimas son principalmente birmanos de la etnia rohinyá, una minoría musulmana perseguida.
Las tumbas han sido localizadas en el estado de Perlis, en la jungla que cubre la frontera que comparten Malasia y Tailandia.
En Birmania, país de origen de miles de rohinyás, que engañados, por desesperación, o embarcados a la fuerza, intentan llegar a Malasia, unas 300 personas se manifestaron por las calles de Yangon para denunciar las críticas a su país desde el extranjero respecto a la crisis de inmigrantes.
“La ONU está tratando de meter a todos estos refugiados en nuestro país, Birmania. Por eso protestamos contra la ONU”, ha declarado el organizador de la protesta, Min Min.
“Lo que quiero es envi