El escándalo de corrupción de la FIFA ha provocado las primeras reacciones. Entre ellas, las del presidente ruso, Vladímir Putin, que ha afirmado que la actuación de la justicia estadounidense en el caso tiene como objetivo evitar que Joseph Blatter sea reelegido presidente en las elecciones del órgano futbolístico.

“Esto es otro claro intento de EEUU de extender su jurisdicción a otros Estados. No me caben dudas de que es un claro intento de no permitir la
reelección de Blatter como presidente de la FIFA”, dijo Putin.

El ministro de Deportes de
ruso, Vitali Mutkó, que a su vez es miembro del comité ejecutivo
de la FIFA, negó que los detenidos tuvieran relación con la campaña para elegir a Rusia como sede del Mundial de fútbol de 2018, cuya celebración, aseguró, no peligra tras el escándalo.