Un Tribunal austríaco condenó al menor por decir en Internet que quería participar en la guerra de Siria y que tenía planes para cometer atentados terroristas en Viena.
De nacionalidad turca y residencia en Austria desde hace ocho años, cumplirá al menos ocho meses de reclusión. Podrá salir en libertad condicional si se somete a tratamiento psicológico.
Su abogado, Rudolf Meyer, advierte que quien aisla radicaliza: “Hasta cierto punto la exclusión social provoca discriminación. Si los estados occidentales no ven que tienen que gastar dinero urgentemente para luchar contra la radicalización, no va a ser solo él sino que serán también otros muchos miles de jóvenes”.
Tras el divorcio de sus padres, el menor condenado empezó a ver en Internet vídeos de propaganda del llamado Estado Islámico que
buscaban reclutar a combatientes extranjeros en países occidentales.
El menor recopiló información para cometer un atentado contra una de las dos principales estaciones ferroviarias de la