Recuperar Al Anbar. Con ese objetivo las fuerzas iraquíes, respaldadas por milicianos chiíes y tribales suníes, anunciaron el inicio de una gran ofensiva para arrebatar el control de la provincia occidental al grupo Estado Islámico.
“Haremos todo lo posible para arrebatar el control del territorio a los yihadistas”, comentaba recientemente comentaba recientemente Jaled Al Obeidi, ministro de Defensa iraquí.
El grupo terrorista, que controla amplias zonas de Al Anbar, tomó su capital, Ramadi, el pasado 17 de mayo. Un duro golpe para el gobierno de Haider al Abadi.
En los últimos días se registraron combates al este de la ciudad donde fueron desplegados refuerzos militares para lanzar una mayor ofensiva contra el grupo terrorista.
Mientras tanto, los ataques a puestos del grupo Estado Islámico no cesan. En las últimas horas las fuerzas aéreas iraquíes llevaron a cabo bombardeos contra diferentes enclaves yihadistas.
A pesar de contar con el apoyo de la coalición internacional