El interés de los bonos griegos a dos años roza, en el mercado secundario, el veinticinco por ciento. Un nivel que hacer temer por una suspensión de pagos del país. Los bonos a diez años se han disparado también hasta cerca del doce por ciento. La nueva tensión sobre la deuda griega responde a la falta de acuerdo en las negociaciones entre Atenas y sus socios de la eurozona para desbloquear la ayuda pendiente.
El director del Mecanismo Europeo de Estabilidad, el alemán Klaus Regling, declaró en una entrevista a la prensa que no habrá desbloqueo hasta que no se pongan en marcha las reformas exigidas por los acreedores internacionales. El llamado grupo de Bruselas, a nivel técnico entre Atenas y los acreedores, vuelve a reunirse esta semana.