Un soldado ha bierto fuego contra sus compañeros matando a siete militares en la capital de Túnez. Otros quince han resultado heridos.

A continuación ha muerto tiroteado.
Según el ministerio de Defensa, el agresor sufría problemas psicológicos y familiares, aunque su caso está siendo investigado.

El suceso, que ha tenido lugar en una base militar del barrio de Boucgucha, ha puesto en alerta a las fuerzas de seguridad ante la posibilidad de que se tratara de un ataque yihadista.

La policía cercó la zona, evacuó una escuela y registró una mezquita próximas.

Las fuerzas tunecinas han llevado a cabo varias operaciones antiterroristas desde que el pasado marzo, un atentado islamista en el museo del Bardo, próximo al lugar de este ataque, acabara con la vida de 24 personas, la mayoría turistas extranjeros.