Más de 1.400 personas son investigadas por la policía birtánica en una operación contra una histórica red de abuso sexual infantil, en la que hay políticos y celebridades del cine.
Los supuestos actos pedófilos ocurrieron principalmente en escuelas y orfanatos.
Los casos se investigaron entre los años 70 y la década del 2000 pero se abandonaron por la presión de altos cargos.