Estamos ya a casi un mes de la fecha límite para saber si se da el acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE. UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).

No obstante, la doble moral, el doble rasero, merodea como fantasma, como siempre ha sido, con peligro de que se torpedee el mismo acuerdo.

El más vivo ejemplo es el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, quien por un lado ha pretendido aparecer como el defensor de los derechos humanos abogando por un diálogo con Irán, defendiendo incluso el acuerdo con los persas, pero por otro lado, hace escasos días dijo que el mismísimo Irán es un país patrocinador del terrorismo.

La Cumbre Camp David, donde reunió a sus países aliados, árabes del Golfo Pérsico, dejó una cosa bien clara, que Obama les dio la cara que no corresponde con la que ha usado para las conversaciones nucleares.

Una cara que por el interés que tiene en Arabia Saudí podría deformar la concepción clara que presumía mostrar sobre Irán.

Los iraníes han respondido contundente: el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, dijo que en realidad los patrocinadores del terrorismo son ellos, los EE.UU. que ellos fueron los que inventaron y organizaron a sanguinario grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

Asimismo, el presidente iraní, Hasan Rohani, dijo que los países del Golfo Pérsico, en lugar de ir a Camp David, deberían ir al campo de su propia religión, al campo del Islam, porque las cosas del Golfo Pérsico se deben lavar en el Golfo Pérsico y no en Washington, y Washington tampoco tendría que intervenir en un vecindario que no habita.

Esto es lo que está 'Detrás de la Razón', una madeja complicada y enredada de políticas, intereses, ambiciones y deslealtades que afectan al mundo entero y por supuesto, a un posible acuerdo nuclear.