El experto en seguridad cree que la tesis del paramilitarismo como causa del asesinato de policía y militares es la menos probable y atribuye la autoría a una nueva generación o casta de delincuentes, los denominados "cocos secos", quienes son jóvenes menores de 25 años, que se drogan y ganan jerarquía con el homicidio de los uniformados.