Raúl Castro se ha reunido con el papa Francisco, en la que considera “la visita más importante” de su vida.
El mandatario cubano y el pontífice hablaron durante 55 minutos. Principalmente de la visita a Cuba, en septiembre, de Jorge Bergoglio. Pero la cita también sirvió para que Castro agradeciera al papa “su contribución al acercamiento” entre su país y Estados Unidos.
Castro llevó al Vaticano un cuadro del cubano Alexis Levya Machado, titulado “Milagro” e inspirado en el drama de la inmigración en el Mediterráneo, y una medalla que conmemora los 200 años de la catedral de La Habana.
El Pontífice le regaló a él un medallón de San Martín de Tours, patrón de Buenos Aires, y su exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”.
La foto del apretón de manos entre Castro y Barack Obama no hubiera sido posible sin la intermediación del papa Francisco. Y por ello, Raúl Castro no ha querido esperar a septiembre para darle las gracias en persona.
Su encuentro con Bergoglio ha marcado