La Marina militar y la Guardia Costera italiana recataron a cerca de 6.000 personas el fin de semana y a otras 1.500 a lo largo de esta semana.

Otros no corrieron tanta suerte y han vuelto a registrarse decenas de muertes. La mayoría de inmigrantes mueren al hundirse sus lanchas neumáticas o por caer al mar y no saber nadar. Sin embargo, otros fallecen de agotamiento y extenuación, después de hacer un largo viaje hasta Libia y por las condiciones inhumanas a las que son sometidos por las mafias a las que pagan para llevarles a Europa.

Los países de la Unión Europea tratarán de lograr la luz verde de la ONU el lunes para poner en marcha acciones contra estas redes de traficantes.

Ayer, dos barcos de la armada alemana el Hessen y el Berlín, se unieron a las operaciones de rescate en el Mediterráneo.

El ministerio del Interior italiano ha pedido a sus delegados del gobierno que busquen refugio para los cientos de inmigrantes que llegan cada día, ya que los centros de acogida está