Rescatar a supervivientes bajo los escombros es casi un milagro, Rishi Khanal es uno de ellos, este hombre pasó 80 horas atrapado entre las ruinas de su casa y al lado de tres cadáveres.

Su historia es una de las pocas con final feliz cinco días después del seísmo que se cree ha dejado casi 10.000 muertos aunque las cifras oficiales sólo reconocen la mitad. Rishi Khanal contaba que tuvo que beber su propia orina para sobrevivir. Ahora, se enfrenta a una operación grave ya que tienen que amputarle una pierna, contaba su experiencia desde la cama de este hospital de Katmandú:

“Ayer me dí por vencido, mis uñas se pusieron blancas y mis labios se rasgaron, perdí toda esperanza de que alguien viniera a rescatarme, era consciente de que iba a morir.”

Las operaciones de rescate están siendo caóticas. Los equipos enviados por los diferentes países dan prioridad a sus nacionales lo que está generando motines por parte de la población nepalí que asalta a los helicópteros y autobuses enviad