Reconocer lo sucedido para que no se repita en el futuro. Los líderes mundiales, reunidos en Ereván para conmemorar el centenario de la muerte de un millón y medio de armenios bajo el imperio Otomano, han coincidido en la necesidad de reconocer el genocidio armenio.
Una lectura de la historia que no coincide con la defendida por Turquía que considera que lo sucedido en 1915 fue una trágica deportación, no un genocidio.
“Tenemos que encontrar una solución antes de que la humanidad vuelva a traicionar su propia promesa de: nunca más algo así. La conmemoración del centenario del genocidio armenio se ha convertido en un nuevo punto de partida para este tipo de crímenes”, destacaba el presidente armenio, Serge Sargsián.
Reclamación compartida por el presidente de Francia, país en el que reside una numerosa comunidad de la diáspora armenia, como el cantante francés de origen armenio Charles Aznavour.
“Conmemorar un genocidio no es abrir un juicio. Es evocar el sufrimiento y la pena d