Tan solo los restos mortales de veinticuatro de las más de ochocientas víctimas ahogadas en el Mediterráneo el domingo pasado han sido despedidas en una ceremonia interconfesional celebrada bajo una carpa instalada en el helipuerto del Hospital Mater Dei. Los cuerpos no han podido ser identificados.
Féretros marcados con números fueron dispuestos y alineados para recibir el último adios de un obispo y de un imán.
Los cuepos han sido enterrados en el cementerio de los Dolores de La Valleta.
Pero el flujo de personas huídas de Africa y Siria sigue imparable. Cientos de nuevos inmigrantes con caracter de refugiados económicos llegaron al puerto siciliano de Catania. Barcos de los guardacostas italianos trasladaron a los inmigrantes rescatados en las costas. También detuvieron a uno de los posibles traficantes que comandaba la embarcación.
Hasta ahora ninguna de las medidas de vigilancia o control han detenido el flujo de inmigrantes desesperados que por el conatrario no ha hecho m