Un grupo de agentes, apoyados por el ejército, han detenido a once personas en Johannesburgo, sospechosas de protagonizar algunos de los actos más violentos dentro de la reciente ola de altercados contra inmigrantes que ha dejado siete muertos y miles de desplazados.
El asalto tuvo lugar en un albergue de trabajadores exclusivamente masculino y mayoritariamente zulú. Además, la policía se incautó de armas, grandes cantidades de alcohol y marihuana, así como de dispositivos electrónicos como ordenadores o equipos de música que podrían ser robados.
La opearción se saldó sin heridos